1- Carlos Fuentes termina su novela Gringo Viejo con la siguiente

“NOTA DEL AUTOR

En 1913, el escritor norteamericano Ambrose Bierce, misántropo, periodista de la cadena Hearst y autor de hermosos cuentos sobre la Guerra de Secesión, se despidió de sus amigos con algunas cartas en las que, desmintiendo su reconocido vigor, se declaraba viejo y cansado.

Sin embargo, en todas ellas se reservaba el derecho de escoger su manera de morir. La enfermedad y el accidente –por ejemplo, caerse por una escalera– le parecían indignas de él. En cambio, ser ajusticiado ante un paredón mexicano… «Ah –escribió en su última carta–, ser un gringo en México; eso es eutanasia.»

Entró a México en noviembre y no se volvió a saber de él. El resto es ficción.”

Tenía ya leídas 127 páginas de las 191 de la novela, pero leer esta nota me decidió a dejarla definitivamente. Todo el aporte de Carlos Fuentes a la literatura y los lectores que pudiera contener esta novela, está condensado en estos tres párrafos.

2- Casualidad o no, ese mismo día, hojeando la antología La poesía del cincuenta de la Colección Capítulo, encuentro el siguiente poema de Mario Trejo:

“MISS CANDY Y MEXICANOS

“To be a Gringo in Mexico

-that is indeed euthanasia!”

Ambrose Bierce

Miss Candy fue amada junto al camino real

por numerosos mexicanos

y con la complicidad de sus deseos

A su lado yacían

y permancen en nuestros hábitos cotidianos

un sombrero que amplificaba el horizonte

un arma de fuego lento

un cactus de espinas instantáneas

un coraje automático

y un documento de piedra indescifrable

«Visitor, don’t forget it»”

Lo interesante del hallazgo no es tanto este poema, sino el verso con el que termina uno de los anteriores incluidos en la antología, que dice

“El mejor modo de esperar es ir al encuentro”

y que cierra el sentido de la constelación iniciada en la Nota de Fuentes.

3- A lo sumo, si hubiera que agregar algún componente literario, sería sin duda este hallazgo de internet

Sin saber cuál fue su destino final, sin duda la Revolución Mexicana debió prestar gran servicio al gringo Ambrose Bierce.